March 6, 2012

My favorite Garcia Lorca Poem


Ciudad Sin Sueño (Nocturno del Brooklyn Bridge)

No duerme nadie por el cielo. Nadie, nadie. 
No duerme nadie. 
Las criaturas de la luna huelen y rondan sus cabañas. 
Vendrán las iguanas vivas a morder a los hombres que no sueñan 
y el que huye con el corazón roto encontrará por las esquinas 
al increíble cocodrilo quieto bajo la tierna protesta de los astros.
  
No duerme nadie por el mundo. Nadie, nadie. 
No duerme nadie. 
Hay un muerto en el cementerio más lejano 
que se queja tres años 
porque tiene un paisaje seco en la rodilla; 
y el niño que enterraron esta mañana lloraba tanto 
que hubo necesidad de llamar a los perros para que callase.
  
No es sueño la vida. ¡Alerta! ¡Alerta! ¡Alerta! 
Nos caemos por las escaleras para comer la tierra húmeda 
o subimos al filo de la nieve con el coro de las dalias muertas. 
Pero no hay olvido, ni sueño: 
carne viva. Los besos atan las bocas 
en una maraña de venas recientes 
y al que le duele su dolor le dolerá sin descanso 
y al que teme la muerte la llevará sobre sus hombros. 

Un día 
los caballos vivirán en las tabernas 
y las hormigas furiosas 
atacarán los cielos amarillos que se refugian en los ojos de las vacas. 

Otro día 
veremos la resurrección de las mariposas disecadas 
y aún andando por un paisaje de esponjas grises y barcos mudos 
veremos brillar nuestro anillo y manar rosas de nuestra lengua. 
¡Alerta! ¡Alerta! ¡Alerta! 
A los que guardan todavía huellas de zarpa y aguacero, 
a aquel muchacho que llora porque no sabe la invención del puente 
o a aquel muerto que ya no tiene más que la cabeza y un zapato, 
hay que llevarlos al muro donde iguanas y sierpes esperan, 
donde espera la dentadura del oso, 
donde espera la mano momificada del niño 
y la piel del camello se eriza con un violento escalofrío azul.
  
No duerme nadie por el cielo. Nadie, nadie. 
No duerme nadie. 
Pero si alguien cierra los ojos, 
¡azotadlo, hijos míos, azotadlo! 

Haya un panorama de ojos abiertos 
y amargas llagas encendidas.
  
No duerme nadie por el mundo. Nadie, nadie. 
Ya lo he dicho. 
No duerme nadie. 
Pero si alguien tiene por la noche exceso de musgo en las sienes, 
abrid los escotillones para que vea bajo la luna 
las copas falsas, el veneno y la calavera de los teatros.





In the sky there is nobody asleep. Nobody, nobody.
Nobody is asleep.
The creatures of the moon sniff and prowl about their cabins.
The living iguanas will come and bite the men who do not dream,
and the man who rushes out with his spirit broken will meet on the
street corner
the unbelievable alligator quiet beneath the tender protest of the
stars.

Nobody is asleep on earth. Nobody, nobody.
Nobody is asleep.
In a graveyard far off there is a corpse
who has moaned for three years
because of a dry countryside on his knee;
and that boy they buried this morning cried so much
it was necessary to call out the dogs to keep him quiet.

Life is not a dream. Careful! Careful! Careful!
We fall down the stairs in order to eat the moist earth
or we climb to the knife edge of the snow with the voices of the dead
dahlias.
But forgetfulness does not exist, dreams do not exist;
flesh exists. Kisses tie our mouths
in a thicket of new veins,
and whoever his pain pains will feel that pain forever
and whoever is afraid of death will carry it on his shoulders.

One day
the horses will live in the saloons
and the enraged ants
will throw themselves on the yellow skies that take refuge in the
eyes of cows.

Another day
we will watch the preserved butterflies rise from the dead
and still walking through a country of gray sponges and silent boats
we will watch our ring flash and roses spring from our tongue.
Careful! Be careful! Be careful!
The men who still have marks of the claw and the thunderstorm,
and that boy who cries because he has never heard of the invention
of the bridge,
or that dead man who possesses now only his head and a shoe,
we must carry them to the wall where the iguanas and the snakes
are waiting,
where the bear's teeth are waiting,
where the mummified hand of the boy is waiting,
and the hair of the camel stands on end with a violent blue shudder.

Nobody is sleeping in the sky. Nobody, nobody.
Nobody is sleeping.
If someone does close his eyes,
a whip, boys, a whip!
Let there be a landscape of open eyes
and bitter wounds on fire.
No one is sleeping in this world. No one, no one.
I have said it before.

No one is sleeping.
But if someone grows too much moss on his temples during the
night,
open the stage trapdoors so he can see in the moonlight
the lying goblets, and the poison, and the skull of the theaters. 

1 comment:

  1. Thank you for providing my Spanish lesson for the day. Much better than subjunctive verb drills!

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